miércoles, 20 de julio de 2011

Tu ausencia

 Tu ausencia
¿Qué es tu ausencia?

Tu ausencia es haberte tenido y luego perdido,
tu ausencia es caminar sin rumbo fijo,
respirar sin un motivo,
hablar sin ideas,
el desgano de los músculos,
mis labios inertes,
muertos,
en tu ausencia,
insípidos,
grises,
como los segundos sin ti,
como despertar y que no estés a mi lado,
ni en el coche,
ni en la casa,
ni en la esquina,
ni en mi vientre que tiene tatuado tu nombre,
en mis ojos que no buscan más que tu pelo,
en mis manos que se cierran sin tus pechos,
en mis oídos escuchando el murmullo de los arboles
esperando tu voz
tu respirar
tu nombre.
Tu ausencia es infinita
es negra,
es escribirte versos cada hora,
es caminar por el cuarto
de noche,
buscándote en cada silueta,
cada sombra,
recordándote en cada crepúsculo,
en cada pestaña,
en cada melodía.


Me he rendido a tu ausencia,
solo me queda el recuerdo de tus tibias manos,
de tu suspiro a cambio de mi aire,
las noches de comernos al mundo,
de hundirnos en los pensamientos,
de nuestros labios cosidos…
tu espalda al viento,
mis ojos al cielo
tus piernas en contra mia
yo en contra de todo
tu.


En tu ausencia estoy solo
no hay más,
no quiero más.
En tu ausencia no hay nada.

lunes, 18 de julio de 2011

Te busque

Te busque
en mi mente cuando no existías,
en mis sueños
huracanes,
en mis labios vacios,
en mi imagen de ti sin conocerte,
sin olerte,
como una sombra
que permanece
en las paredes, cuando todo se apaga,
como un ruido, una vibración
una presencia, un presentimiento.

Te busque
en mis manos cuando estabas lejos
en el viento mientras sonaba tu nombre
perdida, como un silueta dentro del bosque.

Te busque en la negrura de la noche,
en el  espacio vacio
entre mi inhalar y exhalar.

Te encontré.
Aquí,
donde hoy tus ojos se clavaron,
donde los labios se torcieron
aquí donde faltó algo
y sobraba mucho.

Me desbordo
en ti me muero,
tú que traes las primaveras,
las noches llenas,
las charlas del mundo acabado,
el nocturno sobre mi cabeza
infiltrado en mi oreja,
mientras te huelo y te conozco,
mientras me inflamo al tacto.

Aquí;
donde estuviste dormida,
donde el suspiro se convirtió en perfume,
y el perfume en vida;
tu, “dadora  de infinito”,
que tus pupilas apuntaron al horizonte,
buscando incesantemente las mías,
que se penetraron,
unidas, “cocidas”,
inseparables,
un solo ojo,
un solo suspiro,
sentimiento único.